«Cuando uno se convierte en presidente, una de las preguntas que le hace la gente es: ¿qué está pasando realmente en el Área 51? (Risas.) Cuando quise saberlo, llamé a Shirley MacLaine. (Risas.) Creo que me he convertido en el primer presidente que ha mencionado en público el Área 51. ¿Cómo es eso, Shirley? (Risas y aplausos.)», dijo el domingo Barack Obama durante la entrega en la Casa Blanca de los premios del Centro Kennedy para las Artes Escénicas, la más alta distinción estadounidense para un artista vivo. Y es que MacLaine ha sido desde los años 80 una de las caras más populares del movimiento de la Nueva Era con sus estrafalarias afirmaciones sobre la reencarnación, los extraterrestres, el poder de los cristales, los viajes astrales y otras excentricidades. El guitarrista Carlos Santana, la soprano Martina Arroyo, el cantante Billy Joel y el pianista Herbie Hancock fueron los otros cuatro premiados en Washington por sus carreras artísticas.
La prensa estadounidense ha destacado que Barack Obama se ha convertido -tal como él aventuró- en el primer presidente estadounidense que ha citado en un acto público el Área 51. És cierto, aunque no es el primero que ha hablado en público sobre la base secreta de Nevada. Sin citarla por su denominación popular, Bill Clinton ya admitió en 2005 en una entrevista concedida a la revista FinanceAsia que la base existía, si bien es cierto que no se refirió ella por su denominación popular. «Existía también otro sitio en Nevada donde la gente creía que habíamos enterrado un ovni y quizás un alienígena profundamente bajo tierra porque no queríamos permitir que nadie fuera allí. Ahora puedo decirlo porque el secreto se ha levantado y es de dominio público. Había mucha gente en mi propia Administración que estaba convencida de que Roswell era un fraude, pero que lo de ese lugar de Nevada iba en serio, que había allí un artefacto alienígena. Así que mandé a alguien a que lo averiguara. Y se trataba realmente de una instalación de defensa en la que se hacían cosas aburridas que no queríamos que nadie más viera», dijo.
Washington admitió la existencia del complejo militar del lago Groom conocido como el Área 51 en abril de 2000, cuando una compañía estadounidense publicó en Internet fotos de las instalaciones tomadas por satélite. “Tenemos ahí un centro de operaciones; pero el trabajo es materia clasificada”, dijo entonces Gloria Gales, portavoz de la Fuerza Aérea, como explicación a las imágenes con hangares, pistas de aterrizaje, carreteras y canchas deportivas en mitad del desierto. La decisión de construir la base se tomó en abril de 1955 y, desde entonces, ha sido el centro de operaciones de los aviones espía más avanzados. “Los vuelos del U-2 y del Oxcart fueron responsables de más de la mitad de todos los avistamientos de ovnis de finales de los años 50 y los años 60″, asegura un informe de la CIA redactado en 1992 que se desclasificó en agosto. La CIA utilizó durante décadas la creencia en los ovnis como tapadera para sus misiones de espionaje y a los ufólogos más conspiranoicos como tontos útiles.
Nota publicada en Magonia el 11 de diciembre de 2013.