Un documental argentino sobre la conspiración lunar confunde los vídeos de Armstrong y Aldrin

Dos jóvenes cineastas argentinos, Lucas Larriera y Pepa Astelarra, plantean en Alunizar, un documental que se estrenó en el Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI), que no hemos visto nunca el primer paso del hombre en la Luna, «sino siempre el segundo». ¿Las pruebas? Las diferencias entre dos copias de la grabación del descenso de Neil Armstrong del Módulo Lunar (LEM). La principal, según me ha alertado el periodista Alejandro C. Agostinelli, es que en una de las grabaciones se ve un foco de luz entre la escalerilla y el LEM que no aparece en la otra. Larriera y Astelarra sostienen, me ha explicado mi colega, que ese reflejo podría ser el de un invitado -otro astronauta o un extraterrestre-, y que «no sería Armstrong, sino Buzz Aldrin, el que está bajando». Lo mejor es que vean ustedes los dos supuestos vídeos del histórico momento antes de seguir adelante:

¡Impresionante? Bueno, sólo si usted no sabe leer. Porque, como dice en los textos sobreimpresionados por la NASA, no estamos ante dos versiones diferentes del mismo hecho, sino ante dos hechos diferentes. Tengo que admitir que, al principio, no me he fijado en las leyendas porque, cuando te dicen que corresponden a un mismo momento, tiendes a confiar en que es así. ¡Craso error! Sin embargo, por mucho que Larriera y Astelarra se empeñen, el vídeo de arriba es el de Armstrong bajando por la escalerilla del LEM, mientras que el de abajo, con el foco, corresponde a Aldrin, que pisó la Luna 19 minutos después.

Los cineastas, como puede verse en el trailer del documental que reproduzco seguidamente, toman el descenso de Aldrin por el de Armstrong. Así, mientras ven al primero en un televisor, dicen cosas como «¡Éste es Armstrong!» y «¡Éste es el primer paso!». ¿Dónde se han documentado? ¿Cómo? Basta visitar la web de la NASA para comprobar que la escena que los autores de Alunizar presentan como la del primer hombre en la Luna no es tal y que al fragmento de Aldrin le han puesto el audio de Armstrong, repitiendo la jugada que hizo Al Reinert en For All Mankind (1989), como explica Agostinelli. Hay, ciertamente, muchas copias de ese momento histórico en Internet en las que no figura leyenda alguna e incluso alguna con el audio cambiado, pero, a nada que se busca, se encuentran los vídeos de la NASA debidamente rotulados. ¿O es que los cineastas argentinos están jugando al engaño?

Esto último es lo que parece cuando uno se entera de que ignoraron los avisos previos de Agostinelli de que estaban utilizando vídeos erróneos y ocultaron a los entrevistados el propósito final de su documental. «Para los directores de Alunizar, el filme de Reinert esconde las claves de un misterio que sólo ellos son capaces de descifrar. Tan inquebrantable es su convicción que confiesan haber desestimado deliberadamente otras fuentes, considerando que esa película les bastaba para reinterpretar el evento. ¿Acaso no se les ocurrió cruzar esas escenas con las imágenes online que ofrece gratuitamente la NASA? ¡Noooo! ¿Para qué? Algo semejante exigiría investigar», sentencia Agostinelli.

Alunizar, ha escrito el crítico de cine José Carlos Donayre Guerrero, es «una mirada y reflexión histórica sobre aquellas imágenes televisivas, y si realmente lo que se vio ese día era un enlace en directo o una superposición de material ya guardado e incluso recreado previamente, pero que fue colocado al momento de la transmisión. Entonces la película también es una manera de adentrarse en lo que lo que es el espectáculo televisivo, y el doble discurso entre ficción y realidad, evento recreado o mensaje puro y transparente». ¿Puede que el filme resulte ser una parodia o una broma? Los autores no muestran claramente en ningún momento una intención lúdica, sino que alimentan la conspiranoia y, lamentablemente, el punto de partida de su montaje es una manipulación tan burda que no aguanta ni un asalto. Aún así, habrá quien se la tome como una prueba de la conspiración lunar. Están avisados.

Ah, perdón, igual se preguntan qué es el foco de luz que se ve durante el descenso de Armstrong. «Es un simple reflejo del Sol, posiblemente en la pata derecha de la escalera, no es el Sol ni un foco. Si fuera el Sol, la película se habría velado; si fuera un foco, los ingenieros de la NASA habrían sido bastante tontos. Y no lo eran. Además, el propio Aldrin tapa el reflejo y no cambia la luminosidad de la cinta», explica el físico Eugenio Manuel Fernández Aguilar, autor del libro La conspiración lunar ¡vaya timo! (2009).

Nota publicada en Magonia el 23 de mayo de 2013.


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