No me importaría vivir en una casa como en la que transcurre la acción de American horror story, la más que recomendable serie de terror cuya primera temporada está a punto de acabar en Fox. Lo que pasa es que ni resido en California ni tengo los 17 millones de dólares (unos 13 millones de euros) por los que se ha puesto en venta la mansión Alfred F. Rosenheim de Los Ángeles, que es como se llama en el mundo real el inmueble en el que la familia Harmon vive su pesadilla de ficción.
Diseñada por el arquitecto Alfred F. Rosenheim en 1908 para ser su residencia, la vendió diez años después. En sus más de cien años de vida, la casa ha servido hasta de convento a las Hermanas del Servicio Social. Se levanta en el 1.120 de Westchester Place, en un solar de 2.800 metros cuadrados y tiene una superficie de 969 metros cuadrados repartidos en tres pisos, con seis dormitorios, 5 baños, un gran salón, vidrieras de Tiffany en puertas y ventanas, seis chimeneas de ladrillo, techos pintados en el cenador… Es espectacular, como pueden ver en las fotos de abajo.
Sólo se rodó en la mansión el episodio piloto de American horror story. Para el resto de la temporada, se usaron decorados. En la serie, el edificio es escenario de terribles crímenes. El actor Evan Peters, que encarna a uno de los inquilinos del inmueble, asegura que «nunca viviría en esa casa» porque «es vieja y espeluznante, y la atmósfera es realmente aterradora». ¿A ustedes qué les parece? Vean esta galería de fotos y juzguen.
Información publicada en Magonia el 21 de enero de 2012.