
Herederos intelectuales del autor de Los protocolos son hoy en día quienes sostienen que el 11-S fue un autoataque estadounidense, que existe un gobierno oculto que maneja los hilos del mundo, que el terrrorismo etarra estuvo detrás del 11-M… Nadie está libre de caer en un engaño de este tipo por antipatía hacia un grupo determinado o por otras causas. Henry Ford, el magnate automovilístico, publicó desde 1920 en Estados Unidos varias ediciones de Los protocolos y, ese mismo año, Winston Churchill, entonces secretario de Estado de la Guerra británico, alertó en el London Illustrated Sunday Herald de la existencia de una «conspiración (judía) a escala mundial para el derrocamiento de la civilización y por la reconstitución de la sociedad sobre la base de un desarrollo limitado, una malevolencia envidiosa y una igualdad imposible». El fomento del odio racial alcanzó su clímax con Adolf Hitler, quien incorporó Los protocolos a sus discursos y se sirvió de ellos para justificar el exterminio de los judíos.
«Abrigo la esperanza de que este trabajo pueda ser un clavo más que hundir en el ataúd de ese aterrador fraude vampírico», escribió Will Eisner (1917-2005) en el prólogo de La conspiración. La historia secreta de ‘Los protocolos de los sabios de Sión’, su última obra. La novela gráfica, que acabó poco antes de morir, recrea cómo nació el fraude, sus efectos y su resistencia a desaparecer. Prologada por Umberco Eco, es una delicia en fondo y forma, una magnífica obra que ilustra lo difícil que es la lucha contra la mentira y que podría, sin duda, dar mucho juego si se recurriera a ella con fines educativos, si fuera material de lectura para nuestros bachilleres.
Will Eisner [2005]: La conspiración. La historia secreta de ‘Los protocolos de los sabios de Sión’ [The plot. The secret story of ‘The protocols of the elders of Zion’]. Norma Editorial (Col. «Will Eisner», Nº 15). Barcelona. 150 páginas.