Un misterio al día, hasta el 31 de agosto

Debuta mañana en El Correo una sección veraniega titulada ‘La cara oculta de misterio’. Consiste en un reportaje diario en el que contaré, hasta el 31 de agosto, lo que hay de cierto y de falso en algunos enigmas. Será una página ilustrada por Iker Ayestarán, centrada en un tema muchas veces ya tratado en este blog y del que expondré lo fundamental por cuestiones de espacio y de lógica: la idea es presentar la otra cara de lo paranormal a esa mayoría de personas que no buscan información sobre ese tipo de asuntos en Internet, porque no navegan o porque simplemente nunca les han interesado estas cosas tanto como para perder el tiempo separando el grano de la paja.

Cuando empecé a escribir las 42 historias de la serie -todavía estoy en ello-, me llevé la sorpresa de que, sobre la mayoría, ya me había pronunciado alguna vez en este blog. Eso me ha facilitado y me ha dificultado el trabajo, al mismo tiempo. En algunos casos, el texto es una reconversion de algo ya publicado aquí, dado que me he encontrado con que había hablado de algún asunto con la concisión precisa para una página de periódico; en otros, es una mezla de fragmentos de varios textos, con añadidos que ayudan a completar la escena; y los hay que son completamente nuevos. Además, hay asuntos que me cansa tratar -como el de la sábana santa-, pero que resultan ineludibles en una relación de misterios. Doy estas explicaciones porque voy a volcar todos los reportajes aquí cada día y no quiero que nadie se llame a equívoco. Lo que espero es que a aquéllos que nunca se han acercado a enigmas como, el de las líneas de Nazca, la maldición de Ochate, el mapa de Piri Reis, los poderes de Uri Geller y el espiritismo, entre otros, tengan a su alcance información diferente a la tristemente habitual en los medios. Varios conocedores de los temas en cuestión han leído los originales a la caza de errores, erratas, explicaciones farragosas…, y me han hecho acertados comentarios que han mejorado los textos. Como no siempre he seguido sus consejos, soy el único responsable de cualquier metedura de pata.

La cara oculta de misterio es un producto para recién llegados, aunque espero que también satisfaga en alguna medida a los parroquianos más viejos. Desde hace tiempo repito una y otra vez en mi entorno próximo que el pensamiento crítico debe salir a la calle, que está muy bien publicar revistas dirigidas a los escépticos y organizar seminarios para los convencidos, pero que con eso no basta. Publicar un libro para que te lo compren los amigos ensalza el ego, aunque es, perdonenme, una tontería. Hay que llegar a la gente de la calle, mostrarle la verdad que le ocultan ésos «timadores que enlazan niñerías sobre fantasmas en la tele» y que «son tomados por estrellas del periodismo», como escribía Pablo Martínez Zarracina hace una semana en su reseña de Misterios a la luz de la ciencia. Y esta sección veraniega no es el último proyecto de divulgación del pensamiento crítico en el que me he embarcado en las últimas semanas, pero de eso les hablaré otro día.

Nota publicada en Magonia el 20 de julio de 2008.


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