En el segundo de los libros sobre la serie Planeta encantado, Juan José Benítez narra la historia del nunca demostrado viaje a Roma de Jesús de Nazaret, pero no dice que el Mesías visitara el Coliseo. Me lo contaba hace un par de días el historiador y periodista Julio Arrieta y hoy lo he comprobado en una librería. El novelista ha sido lo suficientemente hábil como para corregir el error y que no quede memoria impresa de él. Sin embargo, al mismo tiempo ha sido tan torpe que ha dejado escrito que el anfiteatro Flavio se inauguró en el año 80 antes de Cristo. Otro disparate que, antes que yo, vio Arrieta. A ver si alguien enseña a Benítez a diferenciar entre antes y después: el Coliseo se acabó de construir en el año 80 de nuestra era.
«Nadie imagina hoy a Jesús de Nazaret caminando o sentado en las gradas de este formidable Coliseo romano. Sin embargo, así fue. Durante su estancia en la Roma del emperador Tiberio, el Maestro disfrutó también de los juegos y de la belleza de la capital del Imperio», sentenció el ufólogo en el cuarto episodio de la serie que emitió Televisión Española (TVE). Poco después de que, el 3 de noviembre de 2003, sacáramos a relucir en esta página la histórica metedura de pata -el Jesús bíblico, si existió, murió cincuenta años antes de que se acabara de edificar el Coliseo-, los seguidores de Benítez decidieron centrar sus esfuerzos en negar que su escritor favorito hubiera dicho lo que aquí recogíamos. Puede que ahora argumenten que la lectura del libro dedicado a los dogones y Jesús les da la razón. Por si acaso, la foto que encabeza este comentario corresponde a la escena de Mensaje enterrado en la que el autor de Caballo de Troya coloca a Jesús en el Coliseo y pueden escuchar las palabras de Benítez en TVE, sin trampa ni cartón. Juzguen ustedes.
Nota publicada en Magonia el 5 de febrero de 2004.