
«No tengo ni idea de cómo terminé en ese estúpido documental geocentrista», ha titulado Krauss su nota de rechazo en el blog Future Tense de la revista Slate. El físico y divulgador no sabe si sus declaraciones proceden de material de dominio público, han sido metraje comprado a alguna productora o le entrevistaron para The principle bajo engaño. «No recuerdo haber sido entrevistado para una película de este tipo y, por supuesto, si hubiera sabido cuál era su premisa, me habría negado». Es posible que a Kaku le haya ocurrido algo parecido, aunque no he encontrado ninguna reacción oficial suya.
Por su parte, Mulgrew ha sido tajante en su página de Facebook:
«Entiendo que haya cierta controversia por mi participación en el documental titulado The principle. Les aseguro que estoy completamente de acuerdo con el eminente físico Lawrence Krauss, quien se ha visto tergiversado en ese filme y ha escrito un sucinto rechazo en Slate. No soy geocentrista, ni, de ningún modo, defensora del geocentrismo. Más importante aún, no suscribo nada de lo que Robert Sungenis ha escrito sobre ciencia e historia y, si hubiera sabido de su participación, sin duda hubiera evitado este documental. Yo era una voz contratada y mal informada. Pido disculpas por cualquier confusión que pueda haber causado mi voz en este trailer.»
No se extrañen. Lo más probable es que la narración del documental sea neutra y la carga de profundidad esté en las declaraciones e imágenes a las que dé paso, de las cuales Mulgrew no tuvo porque estar enterada para hacer debidamente su trabajo. El caso de The principle demuestra lo importante que es para los científicos no bajar la guardia y estar bien informados respecto a sus colaboraciones interesadas o desinteresadas. Nadie sabe dónde se esconde el Robert Sungenis, Iker Jiménez o Bruno Cardeñosa de turno.