
El Quantum Entrainment™ «trabaja con un toque suave que en silencio activa el sistema nervioso autónomo para crear de forma espontánea e inmediatamente una atmósfera en la que la curación profunda puede tener lugar. Este sorprendente método de autoayuda es fácil de usar y no requiere de conocimientos previos: ¡puede aplicarlo todo el mundo!», dice su descubridor. Sólo hace falta, claro, comprar los libros y DVD que él vende en su web. Merece la pena porque, según la publicidad de The secret of instant healing (El secreto de la curación instantánea), «a través de técnicas simples», nuestro protagonista nos enseña a abrir la mente «para crear la curación instantánea». Un chollo, vamos, aunque basado en una filosofía de todo a un euro.
«La conciencia pura es informe e ilimitada. Es fuente de toda la energía y la materia», dice este Yoda del otro lado del Atlántico en la entrevista que publica La Vanguardia. Y añade: «Con la mera conciencia, se sanan conflictos emocionales. Y, de paso, fisiológicos». Victor-M. Amela le sigue el juego sin hacerle ni una sola pregunta incómoda -algo característico de esa sección- y sólo al final apunta: «Este método suyo se parece a la venta de humo, a un crecepelo de la nada». Para llegar a esa conclusión, no hacía falta tan largo viaje, tanta publicidad gratuita a un individuo que dice que, si te concentras en que un dedo de tus manos crezca, lo hará en segundos. No, no deliro. Vean el siguiente vídeo, por favor, y luego díganme cómo se explica la incredulidad ante una curandera cuántica leonesa y la simultánea promoción de un sanador cuántico estadounidense. ¿Será que para algunos las tonterías dichas en inglés son menos tonterías? Por cierto, no se olviden de que el Quantum Entrainment™ es marca registrada, así que ni se les ocurra ponerse a sacarles la pasta a incautos recurriendo al nombrecito de marras, y recuerden que la quiropráctica es una pseudoterapia que puede causar graves daños a sus pacientes.