«La estúpida mutilación de Angelina Jolie»; «No es ya que la quimioterapia no cure, ¡es que promueve el cáncer!»; «El ayuno terapéutico es eficaz en numerosas patologías»; «Desidia de las autoridades ante el grave problema de las radiaciones electromagnéticas»; «La electroacupuntura permite operar ¡sin necesidad de anestesia!»; «¿Es el objetivo real de la vacuna antifertilidad reducir la población?». Son los titulares de portada del número 162 (julio-agosto 2013) de Discovery DSalud, la revista dirigida por José Antonio Campoy, exdirector de Más Allá y autor del libro Entrevista a un extraterrestre: Geenom (1997), prologado por Fernando Sánchez Dragó y Fernando Jiménez del Oso, entre otros.
La etapa de Campoy al frente de Más Allá (de julio de 1993 a octubre de 1998) se caracterizó por incluir un consultorio del alienígena Geenom, que respondía a preguntas de los lectores, y alimentar el negacionismo respecto a que el VIH cause el sida. Decir que fue el periodo más delirante de la revista esotérica sería injusto con las chifladuras que se han publicado después en esas páginas; pero sí fue el socialmente más peligroso, ya que extender la falsedad de que no hay un virus detrás del sida es tanto como animar a la gente a que ignore las mínimas medidas de protección. Y, además, hasta vendió la idea de que la enfermedad tenía cura; al margen de la ciencia, claro.
En el número 56 (octubre de 1993) de Más Allá, Campoy publicó un amplio artículo, bajo el título de “Confesiones de Andreas Faber-Kaiser entre la vida y la muerte”, en el cual el exdirector de la revista Mundo Desconocido culpaba del sida a una conspiración. “Un mes después de iniciar las investigación (sobre el síndrome tóxico), o sea, en junio de 1987, tras donar sangre para la madre de una amiga mía, el análisis rutinario siguiente muestra la existencia en mi sangre de anticuerpos contra el VIH. Me sumo a la serie de investigadores médicos y hasta autoridades (por poner un ejemplo, Juan José Rosón) que murieron o quedaron afectados por repentinos cánceres y otras dolencias durante la investigación que hacían del síndrome tóxico”, escribía Faber-Kaiser. A ese texto se sumaba otro -titulado “André Malby, el hombre que salvó mi vida”- en el que el periodista se mostraba convencido de que el sanador espiritual había conseguido que superara la enfermedad. No fue así. Andreas Faber-Kaiser murió el 14 de marzo de 1994, víctima del sida.
El cáncer, un proceso de desintoxicación
Desde 1999, Discovery DSalud es el altavoz de los colectivos más paranoicos, extravagantes y peligrosos del sector sanitario español. No parece haber terapia loca, producto milagro o idea estrafalaria sin hueco en esta publicación. Así, en enero de 2008, Coral Mateo, presidenta de la Sociedad Española de Homeopatía Veterinaria, alertaba en sus páginas de que «es muy posible que el cáncer no sea una enfermedad causada por un error genético, sino que se trate de un proceso biológico de desintoxicación». Según esta homeópata, la curación del cáncer “puede lograrse si el paciente cambia completamente el chip de quién es, cuenta con apoyo psicológico, hace una alimentación natural, elimina todas las fuentes que contaminan su organismo, no vuelve a introducir ninguna toxina en su cuerpo y, finalmente, deja que el organismo funciones de forma natural”. Por supuesto, nada de cirugía, radioterapia, ni quimioterapia; que el cáncer crezca a su aire. Ya lo dicen en la portada del número de este verano, «en realidad, la quimioterapia ¡promueve el cáncer!».
La revista está, por supuesto, al servicio de las organizaciones anticientíficas creadas en su órbita, como la World Association for Cancer Research (WACR). Esta entidad está presidida por Campoy, y su nombre en inglés le ha servido para vender gato por liebre a algunos periodistas. Hace cinco años, por ejemplo, la agencia Efe dio amplia difusión a la reclamación de la WACR de una moratoria de la vacuna de cáncer de cuello de útero (VPH). «La asociación, cuyo consejo científico preside Ramón Cacabelos, catedrático de Biotecnología y Genómica, emprenderá acciones judiciales para proteger a «cientos de miles de niñas a las que se pretende inocular una vacuna potencialmente peligrosa, cuya eficacia y seguridad clínica jamás se ha demostrado»», destacaba el despacho de agencia.
La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) se desmarcó inmediatamente de la WACR, de la que advirtió de que «no se encuentra entre los miembros de la Unión Internacional Contra el Cáncer». Y añadía, en el mismo comunicado, que nunca había colaborado con la WACR «ni está de acuerdo con el planteamiento sobre vacunación contra virus del papiloma humano (VPH) que ha difundido a los medios de comunicación, y consideramos que este tipo de noticias no contribuye sino a crear confusión e intranquilidad en la sociedad». La asociación liderada por Campoy también se encuentra, ¡cómo no!, en primera línea en la lucha contra las ondas de radiofrecuencia.
Discovery DSalud está llena de publicidad de complementos alimenticios, sistemas de «protección total contra los campos electromagnéticos», aparatos milagrosos que trabajan la «energía vital y oxigenación», productos adelgazantes, regeneradores de los «patrones de información y energía articular», cursos de pseudoterapias y otros timos. Y, en sus editoriales, el director sostiene cosas como que hay genes implicados en el desarrollo del cáncer «que se ignoran de forma desinteresada» y que «Angelina Jolie no ha sido sino la tonta útil que se ha usado para poner en marcha el enésimo negocio de una gente insaciable». Ya lo dijo Rosa Regás hace un par de meses: la doble mastectomía de Angelina Jolie forma parte de una conspiración mundial de la industria del cáncer.
No sé a ustedes, pero a mí Discovery DSalud me parece una revista aterradora y muy, muy peligrosa. De venta en quioscos.
Nota publicada en Magonia el 12 de agosto de 2013.