
Manolo Tena no empezó a recibir tratamiento médico contra el cáncer que padecía hasta hace dos semanas porque prefería los remedios naturales. A pesar de que el cáncer se lo habían diagnosticado en diciembre, el cantante, que ha muerto hoy a los 64 años, no ingresó en un hospital hasta después del concierto que ofreció en Las Palmas de Gran Canaria el 19 de marzo. «Tuvo que cantar sentado porque ya le faltaban las fuerzas. Volvió a Madrid y ya casi desde el avión se fue al hospital y le ingresaron. En estos últimos días había perdido muchísimo peso, pero él estaba convencido de que lo iba a superar», ha contado su hermano Rafa a la agencia Efe.
Según Rafa Tena, el cantautor se trataba con remedios naturales del «hígado graso» que padecía. El hermano del artista no ha precisado cuándo le diagnosticaron ese mal -una de cuyas consecuencias puede ser un cáncer hepático-, pero sí ha dejado claro que el autor de Sangre española no quería saber nada de la medicina científica. «No quería ni oír» de hospitales o médicos, y no ingresó en un centro sanitario hasta que los dolores fueron insoportables, ha explicado a Efe. Es imposible saber si Manolo Tena habría superado la enfermedad de haber seguido las indicaciones de sus médicos desde el principio. Sin embargo, sí sabemos una cosa, que la medicina científica podría haberle paliado el sufrimiento y que nunca iba a curarse gracias a los denominados remedios naturales o alternativos. Creer en milagros mata.
Nota publicada en Magonia el 4 de abril de 2016.