Entre 17 y 21 millones de estadounidenses sufren de miedo al viernes 13 o friggatriscaidecafobia, según el Centro para la Gestión del Estrés / Instituto de la Fobia de Carolina del Norte, apunta en un comunicado la Asociación para la Ciencia Psicológica (APS) de Estados Unidos. Esta fobia debe su impronunciable nombre a Frigga, diosa nórdica de la que viene Friday (viernes, en inglés), y triscaidecafobia, que significa miedo al número 13. Así que hoy es un mal día para los supersticiosos en muchos países; aunque no en España, Hispanoamérica y Grecia, donde popularmente se asocia la mala fortuna con el martes 13, un día en el que ni te cases ni te embarques. Hoy en día, hay aviones de línea sin fila de asientos 13 y edificios en el que ese número de planta no existe.
El origen de la fobia al viernes 13 no está claro. El 13 se consideraba antiguamente en el mundo cristiano número de mal agüero porque, según la tradición biblica, trece fueron los comensales de la Última Cena y el homenajeado acabó clavado en la cruz. En ese mismo Occidente cristiano, se cree que el martes carga con su mala fama porque fue un martes, día del dios romano de la guerra, el 29 de mayo de 1453, cuando cayó Constantinopla en manos de los turcos. ¿Y el viernes? Pues, se dice que porque fue el día de la Crucifixión, aunque el experto Charles Panati lo vincula a la mitología nórdica, según la cual, cuando llegó el cristianismo, la diosa Frigga se reunía cada viernes con otras once brujas y el Diablo para planear las maldades de la semana siguiente. Lo llamativo es que estas fobias persista en países desarrollados como EE UU.
«La gente tiene creencias sin entender sus bases o lo que hay en su origen», apuntaThomas Gilovich, psicólogo de la Universidad de Cornell que advierte de que la idea de que el viernes 13 es un día de mala suerte carece de fundamento. El problema es que, si tememos irracionalmente al viernes 13 y un día de ésos nos pasa algo malo, la superstición parece demostrada y nuestro miedo se ve reforzado. «La mente es un sistema asociativo y, si te ocurre algo malo un viernes 13, ambas cosas se asocian y los hechos desafortunados que sucedan en días 13 que no caigan en viernes serán ignorados», apunta Gilovich. Hacemos falsas asociaciones causa-efecto constantemente y eso lleva a mucha gente a confiar en amuletos, desde la pata de conejo hasta la pulsera Power Balance, ya que a ellos les funcionan. No es así; pero lo creen y basta. En realidad, muchas veces no les va tan bien, aunque lleven el amuleto encima; pero los humanos tendemos a recordar los éxitos y no los fracasos: el futbolista se acuerda de que el día que ganó un partido importante entró al terreno de juego con el pie derecho y olvida todas las otras veces que lo ha hecho y ha salido derrotado, o achaca los fracasos a otras causas.
No sé cuántas veces he derramado la sal en la mesa, me he cruzado con un gato negro, he pasado por debajo de una escalera, he roto una cristal de espejo o, cuando fumaba, encendí tres cigarrillos con la misma cerilla, siempre con total tranquilidad. Me imagino que un supersticioso, como esos millones de estadounidenses que -si pudieran- hoy se quedarían en casa, vive permanentemente angustiado. Otra razón, además de la lógica, para no creer en patrañas como la del viernes 13, que, por cierto, ustedes disfruten.
Información publicada en Magonia el 13 de mayo de 2011.