Es posible que se trate de la excusa más inverosímil jamás dada para eludir una multa de tráfico. La presentó un conductor en Londres cuando le pillaron en Southwark, al sur de la capital británica, aparcando su vehículo en un carril bus o circulando por él para evitar un atasco. No puedo asegurar que estuviera haciendo una u otra cosa -ambas prohibidas- porque he leído las dos versiones en diferentes medios. En lo que sí coinciden las informaciones es en que alegó que había hecho lo que había hecho para evitar ser capturado por un ovni. De nada le sirvió porque los responsables de tráfico adujeron que, mientras había imágenes de una cámara donde se le veía cometiendo la infracción, no las había del platillo volantes que, según él, le perseguía. Otro gallo hubiera cantado si hubiera dicho que la nave extraterrestre era invisible o -¿por qué no?- que los que le seguían era unos espíritus malignos, también invisibles, obviamente. Al final, el infractor tuvo que pagar una multa de 120 libras, unos 136 euros. Lo que me parece más increíble de esta historia es que alguien considere que la persecución por parte de extraterrestres puede ser una excusa creíble a la hora de intentar evitar una multa de tráfico. ¡Qué mal están algunos!
Nota publicada en Magonia el 20 de abril de 2010.