Si pone una cuchilla de afeitar dentro de una pirámide de las mismas proporciones que la de Keops y orientada al norte magnético, el filo se reavivará. Si mete en ella carne, se conservará más tiempo que al aire. Si se sienta a meditar debajo de ella, se incrementarán sus poderes mentales. Si tiene una lesión en una muñeca y la cubre con la pirámide, sanará antes. Y, si la coloca debajo de la cama a la altura de sus genitales, aumentará su potencia sexual. Al menos, eso afirmaban Max Toth y Greg Nielsen en 1976 en El poder mágico de las pirámides, un libro que incluía una roja de cartulina para que el lector pudiera experimentar.
Comienzo del reportaje publicado en el diario El Correo el 27 de agosto de 2019.
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