La Tierra es el único mundo vivo que conocemos. ¿Cómo surgió la vida aquí? ¿Cuáles fueron sus primeros pasos? De eso habló Carlos Briones, bioquímico del Centro de Astrobiología (CSIC-INTA), el 12 de febrero en la Biblioteca de Bidebarrieta, en la duodécima edición del Día de Darwin, organizado por la Cátedra de Cultura Científica de la UPV, el Círculo Escéptico y el Ayuntamiento de Bilbao, con el patrocinio de la Diputación de Vizcaya y El Correo.
– Usted trabaja en la búsqueda de vida en otros mundos.
– En el origen de la vida y el desarrollo de tecnologías para buscarla fuera de la Tierra, que también sirven para detectar virus y vida aquí.
– Vida en sitios raros, ¿no?
– Por ejemplo, en Río Tinto, que se parece bastante a cómo podría ser Marte si tuviera agua líquida.
– Tan pronto se anuncia el hallazgo de agua en Marte como se desmiente. ¿La hay o no?
– Algunos decimos en broma que cada dos o tres años se descubre agua en Marte. Realmente, cada vez hay más pruebas de que hubo un inmenso océano en la misma época que la vida estaba empezando en la Tierra.
– ¿Hablamos de hace…?
– Unos 3.800 millones de años. Hoy en Marte hay mucha agua congelada en el subsuelo. En algún momento del año esa agua podría fundirse, fluir y mantener algún ecosistema primitivo. Además, podría ayudar a una futura colonización humana.
– Donde hay agua puede haber vida, y la vida, una vez que surge, resiste. ¿La habrá en Marte?
– No tenemos de momento ninguna evidencia, pero hay bastantes pruebas a favor. Y entre los astrobiólogos hay muchas ganas de que la haya.
– Ganas porque solo conocemos un tipo de vida, ¿no?
– Claro. ¿Hasta qué punto puedes saber lo que es la vida si solo conoces un ejemplo? Porque en el fondo toda la vida en la Tierra es igual.
– Todos los seres vivos -las hormigas, las secuoias, las lechugas, los dinosaurios y nosotros- somos parientes en mayor o menos grado.
– Y también los hongos, las bacterias, las arqueas… Todos somos básicamente lo mismo y tenemos el mismo antepasado común, LUCA, llamado así por las siglas de «último ancestro común» en inglés. Su existencia fue ya sugerida por Darwin.
– Aunque todos seamos hijos de LUCA, eso no descarta que la vida surgiera varias veces, ¿verdad?
– No. Toda la vida que conocemos desciende de LUCA, pero eso no quiere decir que LUCA fuera el resultado del único origen de la vida. La vida pudo originarse muchas veces y todas las demás ser eliminada porque no era lo suficientemente robusta, no se adaptaba bien a las condiciones del medio…
El gran salto
– ¿Pudo venir de otro mundo?
– Pudo ser. No hay ninguna prueba en contra. Hoy en día no hay mucha gente a favor de que organismos como LUCA viajaran dentro de un meteorito de un mundo a otro. Sin embargo, la hay a favor de que los meteoritos trajeran a la Tierra componentes químicos que luego se mezclaron con los de aquí para formar los primeros seres vivos.
– ¿Por qué surgió la vida hace 3.800 millones de años?
– La Tierra tiene unos 4.570 millones de años. Al principio había mucha presión y temperatura, y la superficie era una especie de magma líquido. Luego se fue enfriando y surgieron los océanos. Quizás hace 4.200 millones de años ya podía originarse vida. Lo que sí sabemos, porque hay fósiles, es que hace 3.500 millones de años ya había vida.
– Si se originó en cuanto hubo condiciones idóneas, la vida podría ser muy común en el Universo.
– Como especie, como planeta, como sistema planetario y como galaxia, somos muy mediocres. Si la vida se ha originado en un planetita como este, puede haberlo hecho en cualquier otro lugar donde las condiciones sean propicias. La química puede haber originado vida en Marte, las grandes lunas heladas de Júpiter y Saturno, Titán… Y estamos hablando de un solo sistema planetario cuando los astrónomos dicen que quizá la mitad de las estrellas del Universo tenga planetas. Por lo tanto, las posibilidades de que haya vida extraterrestre son astronómicamente grandes. Que la química sin más origine un sistema tan complejo como la vida nos puede parecer poco probable, pero, si tiramos el dado miles de millones de veces, puede salir la combinación ganadora.
– El paso de la materia inerte a la viva es un salto…
– Quizá es la transición más importante, más compleja, en la historia de la Tierra. Es un salto tremendo.
– Como solo conocemos un ejemplo, ¿sabremos identificar la vida en otro mundo si es muy diferente?
– Yo trabajo en el desarrollo de biosensores para detectar moléculas u organizaciones moleculares, pero basadas en lo que conocemos. Qué pasa si en Europa, la luna helada de Júpiter, no hay proteínas, ni ADN, ni ARN. Sería perfectamente posible. Solemos decir que es muy probable que toda la vida que pueda haber por ahí esté basada en el agua y el carbono, porque a nivel químico son mucho mejores que otras sustancias y elementos. Pero, a partir de esa agua y ese carbono, se puede originar una bioquímica completamente distinta a la de aquí. ¿Cómo la detectamos entonces? Quizá haya que buscar características más generales.
– Será buscar lo que no sabemos.
– Imagínate que mandamos biosensores a Marte, Europa o Encélado y estén llenos de vida, pero no somos capaces de reconocerla porque es muy distinta de la nuestra. Es un problema. Y otro es que podamos mandar nuestros biosensores contaminados con vida de la Tierra.
– Si encontramos en Marte, Europa o donde sea vida muy parecida a la nuestra, ¿podremos estar seguros de que no la hemos mandado nosotros sin querer?
– Hay una disciplina, la protección planetaria, que consiste en esterilizar las cosas que se mandan fuera para que no lleven vida de la Tierra. La vida aquí es ubicua. En todas las superficies a nuestro alrededor, hay de media un millón de bacterias por centímetro cuadrado y hay que esterilizarlo todo muy bien en las misiones que se mandan a otros mundos. Si en el futuro alguien dice que ha detectado vida en Marte y se parece mucho a la de la Tierra, cómo convencerá a la comunidad científica de que no la ha llevado una de sus máquinas. Si es una vida muy diferente, cómo la convencerá de que es vida y no una organización meramente química. Buscar vida fuera de la Tierra es uno de los grandes retos de la Humanidad, pero es muy complejo y hay que ser siempre escéptico, tener el espíritu crítico alerta.
Entrevista publicada en El Correo el 12 de febrero de 2018 y en Magonia el 23 de febrero de 2018.