¿Ha muerto Nessie?

Steve Feltham posa con el modelo de joroba de Nessie de fibra de carbono en 2011. Foto: Peter Jolly.
Steve Feltham posa con el modelo de joroba de Nessie de fibra de carbono en 2011. Foto: Peter Jolly.

Andan preocupados en las Tierras Altas escocesas. Hace muchos meses, demasiados, que nadie ha visto a Nessie. En febrero, Gary Campbell, presidente del Club de Fans del Monstruo del Lago Ness, se lamentaba en la BBC de que en los últimos dieciocho meses nadie le había informado de ningún avistamiento de la criatura. Seis meses después, las cosas siguen igual. De hecho, la última aparición registrada por Campbell data de septiembre de 2011, hace casi tres años, cuando un piscicultor fotografió una forma oscura alargada en el agua cerca del pueblo de Dores.  Después, nada…

Bueno, no es totalmente cierto. En agosto de 2012, George Edwards, un barquero que ha paseado por el lago a miles de turistas, dijo que había visto al monstruo, y lo había fotografiado, el 2 de noviembre de 2011 cuando volvía con su barca al muelle. La observación había durado entre 5 y 10 minutos, y no había querido hacer pública la imagen hasta tener un veredicto favorable de expertos. «Tengo amigos en Estados Unidos con amigos en el Ejército. Han analizado mi foto y no tienen ninguna duda de que fotografié un objeto animado en el agua», explicaba. «Es la mejor foto [de Nessie] que nunca he visto», sentenciaba Steve Feltham, dedicado desde hace más de 20 años a la caza del monstruo. Pero en octubre pasado el barquero confesó que todo había sido una broma y que la foto correspondía, en realidad, a una joroba de fibra de carbono hecha para The truth behind the loch Ness monster, un documental de National Geographic en el que había participado. Durante la grabación del documental, Feltham había posado para una foto en la orilla del lago junto a la joroba de pega que luego no supo identificar.

Las observaciones de Nessie se desplomaron con el cambio de milenio y desde 2001 no se han registrado más de cuatro anuales, algo inquietante para los lugareños. “Si la gente comienza a creerlo (que la criatura ha muerto), podría afectar el número de turistas. Se crea o no en Nessie, el monstruo del lago Ness es uno de los más importantes atractivos turísticos que tenemos”, reconocía Campbell en 2010. Se calcula que en 1994 el turismo monstruoso dejaba en la región unos 37 millones de dólares anuales que se redujeron a 6,5 millones en 2007, ya en plena crisis de apariciones. Cuándo acabará la sangría nadie lo sabe, pero da la impresión de que las observaciones y las fotos de Nessie siguen la misma tendencia a la baja que las de platillos volantes. Con más cámaras fotográficas que nunca y zonas del lago vigiladas por vídeo desde hace años, el monstruo no saca la cabeza del agua.

La llamada 'foto del cirujano', hecha con una maqueta en 1934. Foto: Marmaduke Wetherell.
La llamada ‘foto del cirujano’, hecha con una maqueta en 1934. Foto: Marmaduke Wetherell.

Desde 1933, cuando fue visto por primera vez, las pruebas a favor de su existencia se han limitado a fotos y filmaciones borrosas. La imagen más famosa, la llamada foto del cirujano, fue tomada en 1934. Ilustra todos los libros y reportajes sobre el monstruo. Se ve en ella un largo cuello que emerge del agua. El adulto que de niño modeló la figura y la puso sobre una base de madera para que fuera fotografiada confesó el engaño en 1993. Otra de las mejores imágenes, la tomada en 1972 por Robert Rines, que sirvió para bautizar a Nessie en la revista Nature como Nessiteras rhombopteryx (El monstruo de Ness con aleta en forma de diamante), correspondía posiblemente, antes de los retoques fotográficos, a burbujas de aire y una aleta de algún pez o algún tipo de vegetación.

Como pasa con el yeti y el bigfoot, no basta con que haya un monstruo del lago Ness, tiene que haber una población, y todo ser vivo necesita comer y muere. Nessie tiene dos graves problemas: en su lago nunca se han encontrado restos de ninguna criatura -que pasa con los cuerpos de los monstruos muertos- ni hay la suficiente biomasa para mantener a una población sostenible de criaturas de entre 10 y 20 toneladas, tamaño que calculan los criptozoólogos. No hay restos de monstruos del lago Ness por lo mismo que no los hay de las hadas, con las que Nessie comparte reino y que también hace tiempo que nadie ve en los bosques. Tendrán que ir acostumbrándose en la Tierras Altas escocesas.

Nota publicada en Magonia el 30 de julio de 2014.


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