Miles de habitantes de Botswana, Malawi, Zimbabue, Sudáfrica y Mauricio vieron, durante varios minutos a primera hora de la noche del domingo, un objeto volante no identificado del tamaño de la Luna. «Al principio no podía tomar la foto. La cámara del teléfono se negaba a hacer clic. Entonces, me las arreglé para conseguir esta imagen. Era como una llamarada azulada circular con algo en el medio. Estaba, sin duda, más bajo que la Luna. Fue visible durante unos dos minutos, moviéndose lentamente, antes de perderse de vista», contó Norman Sithole, autor de la única foto del fenómeno tomada en ese país, al semanario The New Zimbabwe.
¿Impresionante? Sí. ¿Extraterrestre? No.
«Era combustible de cohete», aseguraba al día siguiente el astrónomo retirado Greg Roberts en el diario sudafricano The New Age. «Lo que pasó a las 18 horas locales es que un cohete, llamado Falcon, fue lanzado desde la Base de la Fuerza Aérea de Vandenberg, en California, con una carga de varios satélites», añadió. El cohete partió en dirección Sur, liberó su carga sobre la Antártida y, una hora después del despegue, la segunda fase expulsó el combustible sobrante para evitar una explosión durante la reentrada. Un procedimiento estándar, explico el astrónomo de Ciudad del Cabo. La luz del Sol poniente hizo brillar sobre África meridional el combustible del Falcon 9, el lanzador reutilizable de Space X. Y la sugestión y los nervios hicieron que el fotógrafo de Zimbabue no consiguiera tomar su imagen a la primera, algo que en otros tiempos ciertos ufólogos habrían achacado a una energía misteriosa procedente del ovni.
Le dejo con un vídeo del fenómeno grabado desde isla Mauricio, desde donde también se captó la foto que abre estas líneas.
Nota publicada en Magonia el 2 de octubre de 2013.