El reiki se cuela en el más importante congreso español de estudiantes de medicina

Una mujer, en una sesión de reiki. Foto: PxHere.
Una mujer, en una sesión de reiki. Foto: PxHere.

La brujería se ha colado en IV Congreso de Educación Médica, en el que participarán 800 estudiantes de medicina españoles. El encuentro, que se celebrará en Madrid del 27 al 30 de abril, acogerá un taller de reiki, práctica que se basa en la idea de que por nuestro cuerpo fluye una energía (ki) vital universal (rei) y, cuando esa energía se bloquea, se producen enfermedades y trastornos de los cuales uno puede curarse si un experto elimina esos bloqueos energéticos mediante la imposición de manos. Pura brujería, que atenta contra todo aquello que estudian y que los organizadores de IV Congreso de Educación Médica, el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM) y la Delegación de Estudiantes de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid (DAFMUAM), han incluido entre los talleres del encuentro.

«El principal objetivo de estas sesiones es acercar al colectivo estudiantil de medicina la importancia de su implicación en su formación como futuros profesionales de la salud, ofertando para ello diversos talleres prácticos, mesas redondas y charlas sobre temas de interés y relevancia médica actual», se dice en la web del congreso. Es decir, los organizadores creen que el reiki es un tema de interés y de relevancia médica. Más adelante, explican que es «un método de sanación natural, que utiliza la energía vital universal para ayudar a sanar enfermedades físicas y mentales», y «una terapia energética, que funciona aplicando las manos sobre las distintas zonas del cuerpo (puntos clave de acupuntura, órganos vitales, chakras…), aportando energía a las zonas más débiles y desbloqueando las más cargadas, equilibrando en resumen la energía del cuerpo y calmando el sistema nervioso».

Una bruja, de profesora

Podría entender, a pesar de sus anticientíficos principios, que los organizadores del IV Congreso de Educación Médica consideraran el reiki un tema de interés. No en vano, hay pacientes y profesionales sanitarios que confían en él hasta el punto de que en hospitales como el 12 de Octubre y el Ramón y Cajal se usa en la creencia de que ayuda a los enfermos de cáncer a superar los efectos secundarios de la quimioterapia y la radioterapia. Sólo por eso ya me parece que ésta y otras prácticas pseudocientíficas en boga en el mundo de la salud deberían ser objeto de análisis por parte de los futuros profesionales. Los organizadores del congreso madrileño sostienen que, con este taller, pretenden que «los estudiantes conozcan algunas de las medicinas alternativas o complementarias que se utilizan hoy en día y puedan sacar ellos mismos sus conclusiones». El loable objetivo se frustra, sin embargo, al comprobar que el ponente no es un científico que vaya a analizar críticamente esa práctica, sino todo lo contrario, una «especialista en reiki y terapia energética» llamada Ana Gómez Gonzalo.

El currículo de la profesora tendría haber disparado todas las alarmas en el seno del CEEM y la DAFMUAM, ya que Ana Gómez Gonzalo es -copio de la web del centro en el que trabaja- terapeuta psicocorporal formada en masaje tradicional japonés shiatsu en la Escuela Japonesa de Shiatsu de Shigeru Onoda; formada en masaje energético terapia de la polaridad en el Centro de Equilibrio Energético; formada en reiki -nivel de maestría-; formada en terapia gestalt y bioenergética en el Instituto de Biogestalt y Movimiento Armónico; y formada en las Constelaciones Familiares de Bert Hellinger. Pero no lo ha hecho y, si nadie lo remedia, a los asistentes al “congreso nacional de estudiantes de Medicina más grande de España” se les presentará lo que no es sino brujería como un tratamiento que pudiera tener validez científica. Una pena.

Nota publicada en Magonia el 3 de abril de 2011.


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