Parece el arranque de una película de serie B del estilo de The blob (1958), protagonizada por un joven Steve McQueen, en la que una masa viscosa de origen extraterrestre devora todo lo que encuentra a su paso. El 28 de octubre, Tracy Collier, una empleada de la firma Home Technologies de Newport News (Virginia, EE UU), paseaba por la orilla del lago artificial de agua dulce que hay detrás de las oficinas de la empresa cuando vio una gran masa viscosa flotando en el agua. Y se puso a preguntar a sus compañeros que podía ser aquello.
Según cuenta David Mamquist, del Instituto de Ciencias Marinas de Virginia (VIMS), en un primer momento, la mujer creyó que se trataba de una serpiente muerta; su compañero de trabajo Charlie Schmuck, que era algún tipo de hongo «de ésos que explotan cuando los pinchas», y otro colega, Dale Leonart, bromeó al principio con que podía tratarse de «una vaina extraterrestre». Schmuck tomó fotos del monstruo y las envió al VIMS, cuyos científicos también se sintieron intrigados por la criatura, que medía 1,2 metros de diámetro, era de color marrón y amarillento, y tenía la apariencia de una roca con algas pegadas.
Los biólogos sopesaron la posibilidad de que fuera un organismo marino trasladado al lago como parte de una broma de Halloween, pero al final concluyeron que estaban ante un extraordinario ejemplar de Pectinatella magnifica, un briozoo, una colonia de pequeños animales que se alimentan mediante la filtración del agua. Los briozoos se remontan en el registro fósil hasta hace 500 millones de años y hay miles de especies de ellos en los mares por sólo medio centenar que viven en ríos y lagos. La colonia descubierta por Tracy Collier es extraordinaria, además, porque es mucho más grande que lo habitual en la especie, cuyos ejemplares de más tamaño suelen medir entre 30 y 60 centímetros de diámetro.
La Pectinatella magnifica está formada por una serie de rosetas -cada una con entre 12 y 18 animales- que rodean una masa gelatinosa compuesta en el 99% por agua. Puede flotar libremente o estar anclada al fondo o a un objeto, consumen algas y no daña a los peces, por lo que, a pesar de su apariencia,su presencia no es un síntoma de la mala calidad del agua, ha explicado Carl Hershner, profesor del VIMS. Los biólogos de la Universidad de Massachusetts consideran a Pectinatella magnifica «la criatura más extraña del río Connecticut» y la llaman coloquialmente The blob, como el monstruo alienígena de la película de 1958. Para acabar de rizar el rizo, la rápida identificación del ejemplar de Newport News ha sido posible gracias a que el VIMS tiene un programa de identificación de organismos acuáticos sospechosos no identificados o UFO, por sus siglas en inglés.
Información publicada en Magonia el 9 de noviembre de 2010.