
Lo que más me ha llamado la atención es, no obstante, la participación de un tal Michael Hesemann que la organización presenta como un «antropólogo e historiador» que sostiene que el Grial valenciano es el origen de las leyendas artúricas y del que yo sabía hasta ahora sólo por sus desvaríos ufológicos. Porque Hesemann es un autor de bestsellers paranormales y, entre otras cosas, en los años 90 defendió a capa y espada la autenticidad de la película de la autopsia de Roswell de Ray Santilli, la muñecopsia que sólo se tragó quien quiso hacer negocio con ella. Ignoro en qué medida el resto de los participantes en el congreso valenciano son serios o merecen tanto crédito como Hesemann, pero la presencia de este último ya es suficiente para considerar el encuentro poco serio. De lo que no me cabe ninguna duda es de que los participantes -si no todos, la mayoría- defenderán la autenticidad de la falsa reliquia valenciana. Inexplicablemente, el Jefe del Estado da marchamo de seriedad con su presidencia honoraria a un encuentro en el que van a primar la pseudohistoria y la superstición sobre la historia.