AFP consulta a una tarotista para conocer el ganador del Nobel de Literatura

El tarot es un Macguffin. No importa las cartas que salgan; el adivino dirá lo que quiera. Foto: Daniel Albany.
El tarot es un Macguffin. No importa las cartas que salgan; el adivino dirá lo que quiera. Foto: Daniel Albany.

¿Quién ganará el Premio Nobel de Literatura? Todos los años los especialistas hacen sus quinielas. Uno de ellos -aunque él no admita ser tildado de experto- es César Coca, periodista del diario El Correo. El martes publicó su quiniela en Divergencias y ayer me alertó de otra, la de AFP, no por los nombrados, sino por uno de los métodos usados para dar con el premiado. Al final de una crónica publicada el martes y basada en las opiniones de un periodista, un editor y un librero, el autor advierte de que «cada crítico puede tener su favorito, pero por lo general se equivocan». Y, ¡atentos!, se pregunta: «¿Por qué no ver lo que está escrito en las cartas?».

Sí, ha leído bien, una agencia de noticias seria considera que merece la pena el vaticinio de un brujo sobre el ganador del Nobel  de Literatura. «Zanna, una tarotista consultada por AFP, cree que es el año de Yan Lianke», escribe el periodista. «Muchas piezas se unen. Él consigue unas buenas cartas tan increíbles que se siente como un sí», sostiene la adivina. El novelista chino era uno de los que aparecían en las quinielas, así que la bruja podía haber acertado, lo que no hubiera demostrado nada, ya que, de todos los que hacen vaticinios sobre una lista reducida de candidatos, alguno tiene que dar en el clavo. Pero esta vez no ha sido Zanna, y el galardón ha ido a parar a manos del autor británico Kazuo Ishiguro.

¿Qué pasa por la mente de un periodista para consultar a una echadora de cartas a la hora de escribir una historia como ésta? No lo sé. Como no sé lo que pasa por la cabeza de los colegas que recurren al horóscopo, la morfopsicología o la grafología a la hora de analizar la personalidad de una figura pública. Que un periodista dé pábulo a estafas pseudocientíficas como las citadas es demasiado habitual. La grafología, por ejemplo, suele usarse tanto para desacreditar al político que disgusta, como hizo César Vidal con José Luis Rodríguez Zapatero en 2009, como para ensalzar al que gusta, como hizo Nuria Pereira con Barak Obama en 2012. Y la agencia Efe empleó el horóscopo para hacer la pelota a la Casa Real cuando nacieron la Princesa de Asturias y  la infanta Sofía, alabando sus signos del Zodiaco. Chorradas.

Información publicada en Magonia el 5 de octubre de 2017.


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