
Aún así, mucha gente cree en los videntes, algunos medios de comunicación y periodistas les arropan, y los poderes públicos miran para otro lado. Si vendes leche aguada, puedes tener merecidos problemas con la Justicia. Si te ganas la vida adivinando el futuro o librando a ingenuos de maldiciones inexistentes, no te pasará nada. Podrás vaciar los bolsillos a los incautos con impunidad. No tendrás que demostrar que eres capaz de hacer los prodigios por los que cobras, bastará con que simules hacerlos, y nunca tendrás problemas legales.
¿Qué ha pasado con el vuelo MH370 de Malaysia Airlines desaparecido el 7 de marzo y con sus 239 ocupantes? Ningún adivino lo sabe porque no existen los adivinos. Sólo hay estafadores con bolas de cristal, cartas astrales, tarots y otros cachivaches con los que escenificar su teatro del engaño. Timadores ante los que la Justicia hace la vista gorda.