
El jurado de la XXII edición de los Prismas Casa de las Ciencias a la Divulgación ha otorgado el galardón al mejor libro editado en España en 2008 a
Por qué creemos en cosas raras. Pseudociencia, superstición y otras confusiones de nuestro tiempo, de
Michael Shermer y publicado por
Alba Editorial, «porque traslada a la sociedad la necesidad de adoptar posturas analíticas y críticas frente a la pseudociencia y la irracionalidad». Me alegra que una obra como la de Shermer haya merecido este reconocimiento, que el año pasado fue para el también imprescindible
Darwin y el ‘diseño inteligente’: creacionismo, cristianismo y evolución, de
Francisco J. Ayala y publicado por Alianza Editorial. Pero, a la vez, me entristece que el jurado no haya considerado digno ni de mención a
Misterios a la luz de la ciencia, editado por la Universidad del País Vasco y fruto de una iniciativa única en nuestro país de impulso del pensamiento critico y la divulgacion científica desde una institución académica. Como coordinador de la obra, soy parte interesada, aunque menos de lo que algunos creen: el premio es para la editorial y simbólico, sin dotación en metálico. Creo que
Misterios a la luz de la ciencia podría haber sido, al menos, objeto de una mención honorífica como las otorgadas en este mismo concurso en ediciones anteriores. Más que nada para incentivar la divulgación escéptica
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