Nueva Acrópolis, organización esotérica fundada por el argentino
Jorge Livraga en 1957, se caracteriza por programar charlas sobre arqueología e historia con las que atraer a nuevos adeptos. Los carteles anunciadores suelen ser bastante feos y, al menos hasta ahora, incluían el nombre de la entidad, una asociación considerada secta peligrosa por expertos como el periodista
Pepe Rodríguez, quien la califica de
«grupo de estructura paramilitar e ideas filonazis». Pues, bien, según me cuenta el escéptico guipuzcoano Esteban Umerez y demuestra una foto que me ha enviado, los seguidores de Livraga están celebrando en su
delegación bilbaína un taller de observación del cielo que publicitan mediante carteles en los cuales puede leerse en grande
Año Internacional de la Astronomía, pero no figura el nombre de Nueva Acrópolis por ningún lado. Ya saben, anden con cuidado ahí fuera, que actos aparentemente culturales pueden ser en realidad otra cosa. Un anzuelo.