Cancelan la conferencia de la monja antivacunas en el congreso de enfermería organizado por el ISCIII

Sección de la página web del congreso en la que hasta hoy aparecía Teresa Forcades como ponente.
Sección de la página web del congreso en la que hasta hoy aparecía Teresa Forcades como ponente.

Teresa Forcades, la monja antivacunas, no dará el miércoles la conferencia inaugural del XVII Encuentro Internacional de Investigación en Cuidados. El Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), organizador del congreso, ha cancelado la conferencia de la religiosa y médica, declarada opositora de las vacunas contra la gripe A y el papiloma humano, porque el anuncio de su intervención «ha generado alarma social» y «se quiere evitar la controversia», según ha contado la benedictina en Facebook. De hecho, han eliminado su nombre de la lista ponentes y han retirado de la web el programa original, según he comprobado tras un aviso de José Luis Cañada Merino, coordinador del grupo de infección de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria y socio de la Asociación Española de Vacunologia y de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica.

Hasta el viernes, cuando informé aquí de la participación de la religiosa en las jornadas, los organizadores mantenían que Forcades iba a hablar ante el plenario sobre La vacuna del virus del papiloma humano por ser «una experta en salud» y el congreso, «un foro de debate», a pesar de que tres sociedades científicas se habían quejado por ello ante el ISCIII y el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. El Comité de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría, la Asociación Española de Vacunología y la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene habían mostrado en una carta conjunta su sorpresa y preocupación porque la intervención de la monja transformara la tribuna de oradores en un púlpito antivacunas y criticaban que se le ofrezca a un altavoz preferencial sin que paralelamente pueda oírse las opinión de quienes se basan en la evidencia científica.

Forcades ha pedido públicamente que la inmunización contra el VPH se retire «del calendario de vacunaciones infantiles en España y se depuren responsabilidades a las autoridades sanitarias, a las compañías farmacéuticas y a los médicos que corresponda», basándose en una mezcla de mentiras y medias verdades similar a aquélla con la que saltó a la fama en el caso de la gripe A. En éste, pasa por alto, por ejemplo, el dictamen de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, que consideran la vacuna del VPH no sólo efectiva, sino también segura, y también el de nueve sociedades científicas que concluyeron en 2011 que «vacunar frente al virus del papiloma humano es una acción preventiva oncológica prioritaria» y que «alcanzar altas coberturas en la aplicación de esta vacuna es un objetivo primordial, en especial en niñas entre 9 y 14 años».

La religiosa, por su parte, recurre a un estudio científico desautorizado por los CDC y al caso de una niña muerta en Gijón, todavía bajo investigación, para cuestionar una vacuna de la cual se distribuyeron en EE UU más de 46 millones de unidades hasta junio del 2012 con, como mucho, efectos secundarios leves.  Frente a eso, sólo en España se registran cada año 2.100 nuevos casos de cáncer de cuello de útero y mueren unas 700 mujeres por esa enfermedad.

Información publicada en Magonia el 11 de noviembre de 2013.


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